LECTURA PARA LA EVALUACIÓN DE PERIODO
CORNELIO
Cornelio bebía muy a menudo; le gustaba mucho empinar el codo... claro, a la mañana siguiente la consecuente resaca guayabo o "síndrome post-ebriedad". Resulta que Cornelio se había dedicado a clasificar los distintos guayabos, llegando a la siguiente conclusión: existen cuatro tipos básicos de guayabo, los demás son combinaciones o variaciones, y so, a saber: primero, el guayabo S.P.E. (Síndrome post-ebriedad ) térmico: cuando uno pasa de un frío antártico a un calor tropical en breves instantes. Segundo, el guayabo melómano: cuando el mínimo ruido es amplificado por los oídos a las dimensiones del escándalo. Tercero, el guayabo tortugo: cuando una lentitud insoportable eterniza los segundo. Y cuarto, el guayabo S.P.E pomarroso, que toma su nombre de la pomarrosa, esa fruta que tiene la pepa suelta, y es cuando uno siente, dentro de la cabeza, una pepita que se pasea de un parietal a otro.
Sus Clasificaciones también habían alcanzado al género humano. Hay dos tipos de hombres, decía. Primero, los que creen que la humanidad esta en deuda con ellos y se aprovecha. Segundo, los que creen que están en deuda con la humanidad y son aprovechados. Había clasificado las profesiones. Hay que seguirlo. Hay el que sabe y no sabe que sabe; ese es un dormilón, hay que despertarlo. Hay el que no sabe y sabe que no sabe, ese es un investigador, hay que guiarlo. Y hay el que no sabe y no sabe que no sabe: ese es un peligro público y hay que evitarlo.
Nicolás Buenaventura Vidal, A contracuento,
Bogotá, Grupo editorial norma 2000